viernes, febrero 17, 2006

VTP. Cap VII. La Matanza de Vallecas-Texas. 4 parte

El día siguiente amaneció lluvioso. Un domingo de esos en los que las habitaciones de mi piso se hacían más estrechas, y el pasillo entre el salón y mi habitación se alargaba terriblemente como si estuviese bajo la cámara de una película de expresionismo aleman.

La puerta del salón se cerraba para que el calor naranja de la estufa de butano aguantara toda la tarde. El resto del piso se quedaba en azul oscuro. Mi padre encendía el Carrusel Deportivo y mi madre cosía cerca de la ventana, en la penumbra del cielo plomizo y del suelo hormigonado del patio.

El parquet se volvía de agua entonces, y yo, la niña de papel de arroz, sentada al estilo indio, con mi pijama de felpa y mis pies refugiados calentitos entre las piernas; veía, gracias a mi percepción – espanto – Alicia – arácnida, a la Tristeza, convertida en monstruo de vertedero de la Guerra de las Galaxias, serpentear nadando salón arriba salón abajo al ritmo de “Bebe Soberano, Es Cosa de Hombres”.

El mal seguía desparramándose a cántaros sobre el piso bajo del padre de José El Cojo, más allá de la figura de mi madre de metro cincuenta castaña caoba kolestint, que estaba encorvada cosiendo en primer plano.

Yo no sólo era la niña de papel de arroz, era la niña con percepción espanto – Alicia – arácnida capaz de percibir lo que otros no ven, era una niña chicazo capaz de pasarme el último tramo de escalera de un solo salto, yo tenía superpoderes y como Peter Parker en los comics de mis hermanos tendría que aceptar la enorme responsabilidad de vivir con ellos, aunque supusiera renunciar a una vida normal como cualquier mortal. A partir de mañana aprendería a escalar paredes y atajaría el terrible mal que nos asediaba. Me examiné las muñecas en busca de cualquier solución para lanzar telas de araña.

- “Papá, ¿me regalas las cuerdas que tienes en el bote del colacao?”

Y con ellas empecé a tejerme una primera red-tela de araña-cuerda de la ropa. Cantaron gol en Balaídos y yo ya hacía mi tercer nudito, sentada a los pies de mi madre en la penumbra del cielo plomizo y del suelo hormigonado de mi patio del Vallecas al Estilo Twin Peaks.

Continuará...

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Sólo uno? eeengaaaa, marchando besos con lazos, besos con globos, muchos, muchos besos¡¡ ;DDDD

1:49 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Buf, no dejan de sorprenderme tus relatos...
Muuuuuuuchos besos también desde mi isla !!

2:50 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Mi única-chica-araña, jajajaja. Me encantas, de verdad que eres como una superhéroe de pijama de felpa.

2:14 p. m.  

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