Vallecas al estilo Twin Peaks. Cap V. Dos Rombos
Parte I. Historias para no dormir.
Los lunes por la noche ponían en el canal de UHF, que ahora es La 2, “Historias para no dormir”. Salía El Ibáñez Serrador en un sillón de piel y orejones, y contaba dos tonterías sobre la película que íbamos a ver en un estilo, para que os lo imaginéis, justamente opuesto al que hace ahora el Garci.
En ese momento todos los niños del Vallecas estilo Twin Peaks cogíamos posiciones, primera fila a distancia de la tele de “niña quítate de ahí que te vas a quedar ciega”, abrazábamos un cojín fuerte, nos mordíamos el dedo pulgar para no gritar y dejábamos, como el que no quiere la cosa, la pierna cerca de la de tu hermano mayor, para ir propiciando el contacto en el caso de que hubiese que abrazarse a él en pleno ataque de pánico. Y era justo en ese momento cuando salían, en la parte superior derecha de la pantalla en blanco y negro, 2 rombos grandes, blancos e insolentes. En todos los pisos del Vallecas estilo Twin Peaks se escuchaba entonces un “Niña a la cama que es para mayores de 18 años y luego sueñas”, seguido de una especie de desgarro producido por nuestro grito infantil de ahogado fastidio y el ruido que hacían nuestras piernas empapaitas de un “sudor Jesús que miedo vamos a pasar”, al despegarse del sofá de polieskay con botones que plagaban los salones-comedores del Vallecas al estilo Twin Peaks.
Una noche pusieron un relato de Alfred Hitchcock, que causó tal impacto en el Vallecas al estilo Twin Peaks, como el día aquel en que el Iñigo se trajo a aquel que doblaba las cucharas. Y a pesar de ser niños de inocencia preservada por Walt Disney y los 2 rombos, nadie pudo evitar esta vez la filtración de la noticia a los crios preparvulitos con nefastas consecuencias sobre las ojeras de sus padres y su rendimiento laboral.
-“Anda, vete a la carnicería y le pides al señor Manolo cuarto kilo de chorizos de la cuerda roja”- dice mi madre.
-“Si mamá”- y salgo con los 20 duros bien apretados en el puñito y con el rintintin de todo el camino “cuarto kilo de chorizos de la cuerda roja, cuarto kilo de chorizos de la cuerda roja”.
Entro por la puerta del mercado grande:
- “¿Quién da la vez?”
Y las señoras:
- Pues yo cuando enciende el mechero y ve al muerto del ataúd.
Y yo:
- “Cuarto kilo de chorizos de la cuerda roja. ¿Quién da la vez?”
Y las señoras:
- “Y se da cuenta de que le habían enterrado vivo con el compañero de celda que era el enterrador de la prisión y que había quedao en desenterrarle…”
Y yo:
- “Cuarto kilo de chorizos de, enterrado vivo, !Ostras¡ !Ostras¡, de la cuerda roja. ¿Quién da la vez?”
Y las señoras:
- “Que había quedao en desenterrarle para ayudarle a fugarse de la cárcel”.
Y yo:
- “Medio kilo de fiambre, enterrado vivo, !Ay Dios Mío¡”
Y las señoras:
- “Pues eso le pasó de verdad a la prima de una que conocía, que cuando desenterró a su padre para cambiarle al nicho tenía en la tapa todas las uñas clavadas y…”
Y yo:
- “Cuarto, ¡Marcas de uñas¡, !Ay¡, ¡Enterrado vivo de verdad!, que me ahogo, de la cuerda roja”.
Y el carnicero Manolo:
-“¿Qué te pongo niña?”
Y yo temblorosa:
-“Cuarto y mitad de, no medio no, no, que me des chorizos por 20 duros y que toma que vienen mojados pero es que se me han caído en un charco”.
Y le acerqué con las manos empapadas de terror, dos monedas de cinco duros y una gorda de 50.
Continuará…
Los lunes por la noche ponían en el canal de UHF, que ahora es La 2, “Historias para no dormir”. Salía El Ibáñez Serrador en un sillón de piel y orejones, y contaba dos tonterías sobre la película que íbamos a ver en un estilo, para que os lo imaginéis, justamente opuesto al que hace ahora el Garci.
En ese momento todos los niños del Vallecas estilo Twin Peaks cogíamos posiciones, primera fila a distancia de la tele de “niña quítate de ahí que te vas a quedar ciega”, abrazábamos un cojín fuerte, nos mordíamos el dedo pulgar para no gritar y dejábamos, como el que no quiere la cosa, la pierna cerca de la de tu hermano mayor, para ir propiciando el contacto en el caso de que hubiese que abrazarse a él en pleno ataque de pánico. Y era justo en ese momento cuando salían, en la parte superior derecha de la pantalla en blanco y negro, 2 rombos grandes, blancos e insolentes. En todos los pisos del Vallecas estilo Twin Peaks se escuchaba entonces un “Niña a la cama que es para mayores de 18 años y luego sueñas”, seguido de una especie de desgarro producido por nuestro grito infantil de ahogado fastidio y el ruido que hacían nuestras piernas empapaitas de un “sudor Jesús que miedo vamos a pasar”, al despegarse del sofá de polieskay con botones que plagaban los salones-comedores del Vallecas al estilo Twin Peaks.
Una noche pusieron un relato de Alfred Hitchcock, que causó tal impacto en el Vallecas al estilo Twin Peaks, como el día aquel en que el Iñigo se trajo a aquel que doblaba las cucharas. Y a pesar de ser niños de inocencia preservada por Walt Disney y los 2 rombos, nadie pudo evitar esta vez la filtración de la noticia a los crios preparvulitos con nefastas consecuencias sobre las ojeras de sus padres y su rendimiento laboral.
-“Anda, vete a la carnicería y le pides al señor Manolo cuarto kilo de chorizos de la cuerda roja”- dice mi madre.
-“Si mamá”- y salgo con los 20 duros bien apretados en el puñito y con el rintintin de todo el camino “cuarto kilo de chorizos de la cuerda roja, cuarto kilo de chorizos de la cuerda roja”.
Entro por la puerta del mercado grande:
- “¿Quién da la vez?”
Y las señoras:
- Pues yo cuando enciende el mechero y ve al muerto del ataúd.
Y yo:
- “Cuarto kilo de chorizos de la cuerda roja. ¿Quién da la vez?”
Y las señoras:
- “Y se da cuenta de que le habían enterrado vivo con el compañero de celda que era el enterrador de la prisión y que había quedao en desenterrarle…”
Y yo:
- “Cuarto kilo de chorizos de, enterrado vivo, !Ostras¡ !Ostras¡, de la cuerda roja. ¿Quién da la vez?”
Y las señoras:
- “Que había quedao en desenterrarle para ayudarle a fugarse de la cárcel”.
Y yo:
- “Medio kilo de fiambre, enterrado vivo, !Ay Dios Mío¡”
Y las señoras:
- “Pues eso le pasó de verdad a la prima de una que conocía, que cuando desenterró a su padre para cambiarle al nicho tenía en la tapa todas las uñas clavadas y…”
Y yo:
- “Cuarto, ¡Marcas de uñas¡, !Ay¡, ¡Enterrado vivo de verdad!, que me ahogo, de la cuerda roja”.
Y el carnicero Manolo:
-“¿Qué te pongo niña?”
Y yo temblorosa:
-“Cuarto y mitad de, no medio no, no, que me des chorizos por 20 duros y que toma que vienen mojados pero es que se me han caído en un charco”.
Y le acerqué con las manos empapadas de terror, dos monedas de cinco duros y una gorda de 50.
Continuará…
10 Comments:
po yo me rei mazo con ese relato
Un relato muy divertido, prometo volver por aquí y leerte más a menudo. Por cierto, yo también recuerdo el programa...sobretodo las veces que no me lo dejaban ver. Una vez pusieron una peli de un muñeco...que todavía hoy me dan pesadillas cuando lo pienso
Un beso y gracias por hacernos recordar!
Pues a mi la del muñeco, que tambien la recuerdo, no me dejaron verla, de hecho la única que me dejaron ver fue "Agarrenme a este fantasma" de Abbot Y Costello, y al final tuve pesadillas.
Unvalient, lo peor es que seguro que te reías.
la verdad es que esos relatos marcan mucho, si, si....
Ah mi me marco el del ventrílocuo, vaya con el muñeco, yo le llamaba "el huevo frito". Y luego con mi primo jugábamos a correr por el pasillo (corre, corre que viene) "el huevo frito".
Y otro fue el de NOSFERATUM, me encantaba, aunque luego por la noche mirase debajo de la cama.
Sigue well, que mola TWIN PEAKS vallecana
chica de vallekas...mi segunda casa!! por fin tengo ordenador pa darme una vueltita por otros tejados!!
pues el paisaje me recuerda mucho a la granada profunda donde los dos rombos era ley y el guardian de la misma, los padres, y a ver quien era el guapo que se quedaba levantado escuchando detrás de la puerta.
Saluditos
Para algunos, esos capítulos marcaron nuestro quéhacer diario...
Jajajaa, me acuerdo de esa historia, muy buena la forma de enterarte. Si es que al final uno se asusta más con lo que oye en una carnicería...
Y te juro que eso le pasó a la prima de una amiga mía, que fue a desenterrar a su padre y lo encontró con una gameboy en las manos. Creemos que se murió cuando se le acabó la batería...
Por cierto, se me acaba la batería.
Volveré. Muak
(sigue, por favor)
Es verdad Mot, cuando eres pequeño es mucho peor lo que te ocultan y tú te imaginas que lo que ves de verdad.
Silenciador, television española marcaba el quehacer diario de los niños en nuestra epoca, empezaba los lunes con el chicho ibañez serrador con la historias para no dormir, y terminaba también con el chicho, los viernes con el 1,2,3 que era el única día que no te mandaban a la cama pronto.
Y claro que los 2 rombos, White, marcaban el Vallecas al estilo Twin Peaks y la granada profunda, mis padres son granainos, mi padre de Pinos Puente, y si ibamos a Granada los 2 rombos tambien nos tiranizaban, aunque allí no pasaba nada, porque te dejaban salir por la noche a jugar al futbolin, que en la Granada profunda estaba a duro.
Así que Divina Gilda considera Vallecas su segunda casa. Bueno, ahora verás que no tiene nada que ver con la barriada de hace 25 años, es un barrio casi dormitorio aunque siempre le queda algun poso canalla.
Que gracias a todos por pasar un ratito de vuestro tiempo leyéndome.
besos,
Enhorabuen por este pedazo de blog.
Idem del capitulo de Alfred H., yo lo vi de peke y asi me he kedado, jejeej. Un salu2 desde La katana amarilla
http://www.espacioblog.com/lakatanaamarilla
Publicar un comentario
<< Home