viernes, noviembre 04, 2005

Vallecas al estilo Twin Peaks. Cap III. El Agujero Negro

Estábamos Peter Koyote, el otro Pedrito el de la señá Carmen y yo jugando con la arena, y se nos ocurrió que podíamos hacer el agujero más profundo que hubiese hecho cualquier niño del barrio desde por lo menos la época de Juan de Malasaña y su hija Manuela, héroes locales de los Levantamientos del 2 de mayo, bautizados en nuestra insigne iglesia de San Pedro Advíncula.

Y así procedimos a trabajar por lo menos durante 2 semanas en el engorroso proceso de llenar las bolsas Gusanitos Risi en la fuente del Paseo, andar perdiendo la mitad del contenido toda la cuesta abajo hasta el triángulo de arena del patio, mojar la arena, picarla un poco con lascas de ladrillos y un hierro que habíamos mangado de las perpetuas zanjas de la telefónica, liarnos la mano con la susodicha bolsa multiusos Risi + un poco de papel de periódico para ni pincharnos con las insulinas, ni cortarnos con los cristales de las litronas (el triangulo de arena también era zona de “valleros” , para más información ir al primer post de Vallecas al estilo Twin Peaks), ni mancharnos con las cacas de perro, y usar dicha mano para sacar la arena y repartirla llevándola en cacillo por todo el triángulo para que las lluvias no volvieran a meterla dentro, y por último ir forrando el agujero de bolsas multiusos Risi y trocitos de cristal marrón Mahou para que no cedieran las paredes.

Y así conseguimos un “peazo de agujero que te cagas pibe”, de más de medio metro de profundidad y con el grosor más o menos de 3 bracitos de niños de 6 años y medio. Y luego ya no pudimos tocarlo más porque llovió durante 3 días y nuestras madres no nos dejaron salir a la calle, y nos pasábamos el día metidos en casa de Pedrito el de la Señá Carmen, jugando a pilotar aviones con los mandos que nos hacíamos con las piezas del Exin Castillos.

Salió el sol al cuarto día y bajamos esperanzados a ver el “agujero más profundo y nunca visto del barrio” pero sólo nos encontramos con un pequeño charco que se había formado en una depresión del terreno de metro y medio de ancho, allí donde debería estar nuestro maravilloso agujero, que en estos tiempos habría sido el orgullo del Alcalde Gallardón. Pero lo que nos resultó sospechoso es que ahí, justo donde debían estar las 20 bolsas-multiusos Risi, se veían en el fondo, reflejados al sol sus rojos arcillosos, 2 ladrillos, mientras que las “bolsas sonrientes” se había desintegrado por arte de Bilibirloque.

Y eso nos tenía que haber hecho por lo menos sospechar que no nos iban a dar el record Guinness, cuando La Hija de la Abuela de Negro se asomó a la ventana y nos preguntó con voz amable.

- ¿Habéis sido vosotros los del agujero?.

Pero claro como éramos niños de inocencia protegida por Walt Disney y por la tele de 2 rombos, nada sospechamos y contestamos ilusionados.

- Si señora, ¿a que molaba?.

A lo cual la señora nos soltó el discurso de moda de:

- “Gamberros Juveniles, buena la habéis hecho, que no veis que por ahí se nos cuelan las ratas y el agua a los cimientos, que la casa nos la podíais haber tirado encima, y esta arena esta hecha para sacar a cagar a mi perrita y no para que vosotros gamberros juveniles, andéis todo el día haciendo agujeros y bebiendo litronas” – y tralarí tralará la bronca de cada día en la barriada, que por un oído nos entraba y por otro nos salía, si no llega a ser porque cogiendo la ultima bocanada de aire en mitad de un ataque de apnea pulmonar severo, nos dijo con voz ronca a nosotros, 3 pobres niños con espíritu minero emprendedor de 6 años y medio-“y ahora mismo voy a llamar a la policía”.

Si hubiésemos sido niños como los de ahora, que se las saben todas, recordando nuestro agujerito de medio metro de profundidad y del grosor de 3 brazos de niño de 6 años y medio habríamos contestado:

-Señora, si era por su bien, para que se pudiera ir usted de vacaciones a Nueva Zelanda con solo dar un saltito dentro del agujero.

Pero como éramos niños de inocencia preservada por Walt Disney y los 2 rombos pues nos echamos a llorar, porque por entonces la palabra policía en el barrio nos daba mucho miedo, y yo además la que más, porque mi padre era policía (uno de los secretos mejor guardados para evitar que los demás niños me saltaran los dientes de leche), y una cosa es que te metan en la cárcel, pero lo que es triste de verdad es que en la cárcel te meta tu propio padre, porque es su deber y la ley no puede hacer distinciones.

Y dábamos unos berridos, sobre todo yo, launicachica, que mi madre salió a la ventana a ver que pasaba. Y Peter Koyote le dijo “La Hija de la Abuela de Negro que nos quiere meter en la cárcel”. Y mi madre, mi heroína, dijo “No le da vergüenza ir asustando así a unos chiquillos, anda hija sube, y deja de llorar que no se que habrás liado ya, pero que a los niños chicos no los meten en la cárcel”.

A la hora de la cena llego mi padre de dejar el taxi, (policía hasta las tres y taxista en turno de tarde o en turno de noche según se podía), y mi madre le puso las lentejas en la cocina y le iba contando. “La Hija de La Abuela de Negro que hoy ha hecho llorar a la niña, con lo que tiene que callar, que la peor es ella, fíjate que el otro día venía La Abuela de Negro del quiosco con una de esas revistas y le dije yo:“Abuela, ¿dónde va con esa revista mujer?”, y me enseñó unas fotos que me quería morir allí mismo, y me dijo, mire lo que me hace comprar mi hija, debajo de la cama que las tiene”.

Y si hubiésemos sido niños como los de ahora, que se las saben todas, en la siguiente bronca de “Gamberros Juveniles…” la habríamos dicho:

-Ande señora, cállese y métase en su habitación a ver si le saca partido a su dedo con esas revistas que tiene debajo de la cama

Pero como éramos niños de inocencia preservada por Walt Disney y los 2 rombos, pues no nos enteramos más que de que a La Hija de la Abuela de Negro les gustaban las revistas de esas que te mueres cuando ves las fotos, y que mejor no cabrearla y dejar de hacer agujeritos. Porque en el Vallecas estilo Twin Peaks todos tenían sus secretos y las brujas siempre vivían en los pisos bajos.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Oye, es delirante el relato Vallecas-Twin Peaks, te está quedando de miedo (sin coñas), vamos, que estoy enganchaíta perdida.. ;DDD

Gracias por tus comentarios al maltratador/a manipulador/a, tienes muchísima razón, aunque me dirijo señalando especialmente al "castigador" que "disfruté" hay muchas personas así y creo que las mujeres podemos hasta llevarnos la palma, porque en eso, hija, somos bien expertas. Me gustaría que los hombres hablaran sobre ello, y sus experiencias, porque a mi me resulta más fácil ver que manipulan a alguien antes que ver mi propio ejemplo, y hay que añadir que hay que estar coladito-a por el especímen, si no, no vale. Y la manipulación de una mujer a otra, si no hay una relación fuerte sentimental, pues tampoco cuela.
Y lo de que manipulan al fuerte e independiente, totalmente clavao, chica, das de lleno, se alimentan de los demás, son parásitos.

2:14 p. m.  
Blogger launicachica said...

No veas si me anima eso de que os guste el relato para seguir escribiendo, gracias.

y besos,

ah y, como te voy leyendo, valor y al toro, que de momento valor le estas echando.

4:20 p. m.  

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