lunes, octubre 31, 2005

Vallecas al estilo Twin Peaks

Cuando estaba en 4º B, eso era ya con 9 años, ya había aprendido a tejer bien los mundos imaginarios. El año anterior había tenido un perro imaginario que se llamaba Tim, era un perro de mentira bien tejido y por eso si un día no le daba de comer se me comía las zapatillas y esa noche mi madre acababa diciendo "vaya perra que has cogido con ir hoy descalza por el pasillo".

A veces camino del Mater, yo iba sola al colegio porque estaba al final de la calle, tenía la sensación de que me seguían. Y a base de mirar para atrás, de observar detrás a los mismos vecinos que se iban a trabajar camino de la parada del 54, de intentar detectar comportamientos sospechosos en las señoras vestidas de negro con alpargatas camino del Súper Ferrandis y de Ultramarinos Mariano, de observar al de la rifa que se paseaba por todo el barrio sorteando un radiocasete que llevaba al hombro con los Grandes Éxitos de Manolo Escobar, de espiar entre las cortinas de la habitación a los "valleros" con sus litronas sentados perpetuos en la "pareilla de la valla de enfrente", a los obreros de las zanjas y su forma de colocar los hierros, estudiar las matrículas de los 4 Simca Mil, el Seat 850 y los 2 Renault 7 aparcados en mi calle, y vigilar el ir y venir de las parejas de quinceañeros al coche abandonado; fui liando un entramado de conspiración en el que participaban casi todos los adultos de la zona, los 4 fantasmas que todas habíamos visto alguna vez pasearse por los pasillos del colegio de monjas, y las vigas descubiertas de las zanjas de telefonía que, por aquellos tiempos, nos tenían perforado el barrio al más puro estilo del posterior Madrid del Álvarez del Manzano.

Y así el Vallecas de la época de la transición dejó de ser una barriada en proceso de saneamiento y desarrollo, para convertirse en una zona alterada magnéticamente por una secta que trabajaba para abrir un vórtice intradimensional con el Más Allá, situado, nada más y nada menos, que en mi colegio El Mater, y prueba de ello eran los primeros fenómenos sobrenaturales que andábamos detectando cerca de la capilla, donde se oían gemidos, de vez en cuando.

Yo se lo conté a Pili, que era mi mejor amiga de 4º B, y tenía un ojo de cristal. Ella se lo contó a Paloma, Paloma a Bea, Bea a La Vane, y así el barrio se fue llenando de niñas espías vestidas con falda tableada gris marengo dispuestas a registrar cualquier movimiento sospechoso de sus vecinos.

Cada día me venían con los resultados de sus pesquisas que eran del tipo:
“Pues cuando volvía del colegio he notado que me seguían, y al volverme he visto un pibe agachado tras de un coche mirándole los bajos y el tubo de escape, he doblado la esquina y he salido corriendo sin mirar atrás, pero seguir seguro que me seguía porque yo la sensación seguía teniéndola, y luego, cuando le he dado el esquinazo he vuelto a mirar al coche y no tenía ni manchas de aceite ni nada”.

O

“Pues mi madre ha bajado hoy a por Choped al Ultramarinos Mariano, y ha tardado una hora porque decía que había cola, y luego cuando me ha mandado mi padre a llenar medio sifón de Casera ha dicho el Señor Mariano que esta tarde ha cerrado para hacer un recado aprovechando que no tenía gente”

Y yo anotaba todos los informes y nuestras teorías en el cuaderno de dos rayas de lengua.

Y así pasó casi un mes en el que fuimos acercándonos al descubrimiento del lider de la secta. Y prueba de ello fue cuando Peter Koyote, el único chico del barrio implicado que para eso es mi mejor amigo y yo, decidimos seguir a un tío, muy hippie y muy melenudo que andaba merodeando los coches, le seguimos desde mi calle hasta el Paseo de Federico García Lorca que son unos 100 metros, muy discretamente. Y andábamos parapetados, espalda en la pared, en la esquina del Ultramarinos Mariano cuando el pibe apareció por sorpresa y cogiendo a Peter por el pescuezo le dijo “Y tú, ¿por qué me sigues?”, a lo que yo me puse rápido a pensar mi frase más amenazante como “Pues te sigue porque lo sabemos todo, sabemos lo de la alteración del espacio tiempo mediante la despolarización magnética provocada por los hierros de las zanjas, lo de los mensajes en los tubos de escape, el efecto alucinógeno del Choped, los aquelarres de mujeres en la trastienda del Sr. Mariano, lo de los chicles Cheiw y lo de la capilla del Mater, y si no nos sueltan ahora mismo 45 chicas de 4ºB (que por entonces había mucha masificación en la enseñanza) tienen orden de mandar mi cuaderno de 2 rayas de lengua a la prensa internacional. Pero como Peter ya se estaba poniendo moradito y a mi la frase me parecía muy larga a parte que la confesión acojonaba dije “es que te quería tirar una piedra que es la prueba que nos ha tocado hacer en el juego de la taba” a lo que el pibe dijo “bah” y soltó a Peter que ya tenía en los ojos esa expresión de “Niña Meri que me come el payaso” que le ha caracterizado siempre en todos los embrollos en los que después nos hemos metido.

Imaginaros la que se armó cuando lo conté al día siguiente, que el pibe aquel por lo menos era lugarteniente de los lideres de la secta, que si nos pilló porque tiene un ojo cósmico que todo lo vé, que si había andando asomándose a los tubos de escape.

Y cuando lo andaba contando Paloma nos confesó que “algo tenía que pasar en el colegio más allá del pasillo de la capilla porque su silla aparecía todos los días tirada en el suelo cuando ella, como todas, la dejaba bocabajo respaldo sobre el pupitre, y que no nos los había contando antes porque sabia que nos iba a tener a todas cagurruceaditas”.

Se formaron 3 comandos, el Comando M (de Miguel Bosé) destinado a convencer y escoltar a la delegada empollona, que era la encargada de comprobar las persianas bajadas, la sillas subidas y el aula vacía, cerrar con llave la clase y llevar la llave a conserjería, para que ese día hiciera la vista gorda y no cerrara el aula. El Comando P (por los Pecos) encargada de vigilar el pasillo, y el Comando MB (también por Miguel Bosé formado por Paloma y la menda que nos quedaríamos en la clase esperando el porltergeist.).

17:00 Suena el Timbre.
17:10 El Comando M escolta a la empollona, para que no se arrepienta, a dejar la llave sin cerrar el aula.
17:15 El Comando P sale de su escondite en los baños y vigila los pasillos.
17:20. El Comando MB permanece cagarruceadito en la clase a oscuras.
17:25 Caen unas cuantas sillas con gran estruendo.
17:26. El Comando P sale chillando de pánico por la puerta del colegio.
17:26 y 30 segundos. El Comando MB sale chillando de pánico por la puerta del colegio.
9:00 Reunión de madres ante la jefe de estudios “que si sus hijas no quieren ir al colegio”, “que si no se qué de una secta”.
9:05. Todos los cuadernos de 2 rayas de lengua confiscados.
9:15 Me cae un castigo de padre y muy señor mío.

Operación Abortada justo cuando estábamos a punto de descubrir que el Sr. Mariano se pasaba por la piedra a la mitad de las señoras del barrio, y que los camellos andaban trapicheando metiendo las bolsitas en los tubos de escape. De los gemidos de la Capilla del colegio pues no sé, porque cuando llamaron a mi madre y le dieron mi cuaderno de dos rayas con un “tenga para que vea en lo que se entretiene su hija en lugar de dedicarse a coser y hacerse una señorita” habían arrancado las hojas de los informes sobre los gemidos.

Años después de dejar el colegio, me encontré un día a Paloma y le dije “ya te vale como te sobraste tirando las sillas aquel día” y ella me dijo “¿quién yo? Creía que habías sido tú”.

Escrito esta mañana francamente aburrida.

Besos,

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Nena,

no sabía de tu educación en colegios de futuro donde te mostraban el camino hacia Dios, la verdad, la moral entre otros, alejada del mundo rojo, revolucionario y progresista :P. Pobres monjas, contigo se quedaron descansadas.

Tus monjas querrían que asistieras a la fiesta Prince el 26 de noviembre en Barcelona, será una reunión de pregaria, rezos y cánticos. Te esperamos?

Un besitoooooo.

7:18 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Entonces, no desmantelásteis la secta?
Eso significa que...

Están aquí, aún siguen aquí!!!

Y no es por echar más leña al asunto, pero no sé como no te diste cuenta entonces: la lider de todo ese entramado estaba entre vosotras, era una de las vuestras, una mujer pequeña que se hacía pasar por niña, fijo.

(desde luego, vaya líos que me armas, esta tarde te quedas sin galletas, y ya veremos si te dejo ver la tele, que no sé yo si todo esto te ha venido del Barrio Sésamo porque mira que es raro ese Barrio, eh?)

3:24 p. m.  
Blogger launicachica said...

Pues sí Mot, si yo de lo decía a mi madre, que toda la culpa la tenía Espinete. Pero no hubo manera, y me confiscaron todas las novelas de misterio.

Besos superescritor del calcetin. Esto te lo explicaré en tu blog cuando termine de leermelo, que me voy por mayo.

6:00 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

eh! qué historia más buena... pero, has averiguado realmente que pasa ahora con el senyor mariano y los hippies camellos? jo, yo he olvidado las hitorias que nos montábamos de pequenyos. pero en 6° estuvo la época en que se contaban historias de espiritismo con tijeras y casas encantadas. era muy emocionante, incluso mis padres alguna vez introdujeron incertidumbre en el asunto diciendo que en realidad era algo peligroso lo de hacer espiritismo...
un beso!

2:02 p. m.  

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